La música está presente en nuestras vidas desde antes de nacer, desde que estamos en el vientre de nuestra madre, percibiendo sonidos intrauterinos como del exterior.
El relacionarnos con ella a tan temprana edad y obtener un estimulo constante sobre todo en la infancia, es la que nos permite empezar a trabajar como niños desde ya en nuestro desarrollo integral.
La música brinda experiencias sensoriales que permiten desarrollar a los niños los siguientes aspectos:
A. Físico: cuando los niños escuchan el ritmo de la música racionan
espontáneamente a ella bailando, así trabajan habilidades motoras básicas como la
postura, la coordinación y el equilibrio. Además, contribuye al conocimiento de
las posibilidades sonoras y del movimiento del propio cuerpo ya que para el
niño el cuerpo es el vehículo para conocerse a si mismo y a su entorno.
A. Afectivo: La música esta habitualmente relacionada con el
mundo infantil, puesto que el escucharla ayuda al desarrollo emocional-
afectivo del niño, generándole distintos tipos de emociones y también recuerdos.
Cuando le cantamos a un niño utilizamos un lenguaje emotivo, ellos pueden escuchar
el tono de nuestra voz y hasta podemos modificar su estado de ánimo. Esto ayuda
en el aprendizaje del niño al utilizar la música para poder comunicarse y
expresar sus emociones.
A. Social: Cuando estamos en familia, con amigos o tal vez con personas
de otros lugares en el mundo, encontramos a la música como un medio para poder
relacionarnos y crear vínculos, puesto que UNE a personas que tienen
diferentes costumbres y creencias, por eso es que la música es un gran aporte
para nuestros niños ya que les permite integrarse, relacionarse y entrar en
contacto con los demás.
A. Cognitivo: formar musicalmente a un niño contribuye al
desarrollo de su sentido auditivo, que es muy importante al momento de aprender
a hablar, leer y escribir. Además, adoptan valores como el silencio y la concentración
que posteriormente le será útil para poder desarrollar otras habilidades
cognitivas.
Incluso se pueden utilizar las canciones como un recurso
para poder aprender otro idioma o aprender a tocar un instrumento, el cual
requiere de concentración y precisión. Al mismo tiempo nuestro cerebro va trabajando
zonas como la memoria y la atención.
Que importante es poder instruir a los niños con la música, enseñarles desde pequeños a poder transmitir y sentir a través de ella. Sobretodo a poder crear un sentido de pertenencia, y afirmar que la música es un lenguaje universal.
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